Montañismo: abril 2012

Cerro Monumento Moore, 1580 msnm.

Cerro Moore.

Este cerro es sin duda uno de los mas bellos de la Provincia de Última Esperanza, si bien podría ser parte de los mas ascendidos por los montañistas locales, no es asi debido a su ubicación geográfica, ya que se encuentra en frente de la Ciudad de Puerto Natales, en la Península Antonio Varas, lugar donde se llega vía marítima y 35 kilómetros vía terrestre. Además toma una tarde entera el llegar a los pies del maciso, cruzando por densos bosques nativos y grandes campos de turbales.

Densos bosques de Coigues de Magallanes (Nothofagus betuloides) y Lengas (Nothofagus pumilio), ponen a prueba la orientación del montañista.

Extensos y agotadores turbales deben sortearse para llegar a la base.

Frondosos bosques de Coigues de Magallanes ofrecen un gran cobijo para el campamento.

Atardecer en Cordillera Sarmiento.

El día de cumbre la ascención sigue por bosques y densos matorrales.

Largos filos rocosos inician el desnivel.

Muchas veces la nubosidad se hace presente.

Aparece la cumbre.

Cumbre.

Vista de los fiordos patagónicos y Andes australes.

Cerro Leonera (Solitario), 5050 msnm.

Leonera: lugar de leones. Los arrieros se refieren al puma como "el león", y seguramente bautizaron el cerro por ser un sector frecuentado por "leones". El Leonera es un lugar estratégico para los pumas, puesto que domina varios puntos de engorda de la zona: Piedra Numerada en el valle de Molina, Villa Paulina, y el sector de Piuquenes y Barros Negros de La Parva. En otros tiempos, el cordón de cerros que culmina con el Leonera debió ser usado por las familias de guanacos para cruzar de un valle a otro en busca de vegas. Hoy, ni pumas ni guanacos frecuentan el lugar, aunque sí se pueden ver cóndores con facilidad.

Desde Santiago y sus alrededores, la cumbre del Leonera no puede distinguirse con claridad, puesto que se antepone al cerro Plomo, mimetizándose con éste. Si no consideramos las ascensiones que ocurrieron en tiempos del imperio incaico, el Leonera fue por primera vez ascendido 40 años después que su vecino Plomo, a pesar de que requiere mucho menos tiempo, esfuerzo y destreza. El rol protagónico del Plomo en la zona hace parecer al Leonera otra antecumbre más. Sin embargo, el Leonera posee características propias que llaman la atención de los montañistas.

El Leonera es un cerro seco muy azotado por el viento norte, y que por sus ordenadas líneas de farellones paralelas, que se suceden desde su base hasta la cumbre en forma escalonada, parece un templo maya.

Fuente: Andeshandbook.

El ascenso comienza por un largo acarreo o nevero, dependiendo de la estación del año, hasta el sector de Piuquenes.

La ruta sigue hacia el cerro La Parva.

Ruta de ascenso.

Una vez arriba sobre los 4000 msnm. aparecen los grandes Leonera y Plomo.

Cancha Carrera, zona de campamento.

Comenzando el intento de cumbre, el Leonera aparece con grandes farellones.

Expuestos filos aparecen a medida que sube la altura.

Cumbre, de fondo el gran Plomo.

Vista de los Andes centrales, Cerro La Paloma y Altar.

Cerro San Gabriel, 3125 msnm.

El San Gabriel es, posiblemente, uno de los cerros más hermosos y llamativos -de media montaña- del Cajón del Maipo. Su gran atractivo está en que, a quien alcanza su cumbre, le espera un paisaje espectacular de todo el valle del Yeso, con incontables agujas y cerros en la lejanía, que sumado a la interesante y bella ascensión, no puede dejar de despertar el mayor de los apetitos por más y más cerros...

Después de una muy breve aproximación, se da comienzo a la ascensión, que requiere, por lo general, de un campamento que se puede efectuar en un lugar agradable y protegido. La ascensión, propiamente tal, es muy linda; por pendientes y filos de nieve, que aún para el más experto no deja de ser atractivo.

Una montaña recomendable para toda época y especialmente para las primeras iniciaciones en este hermoso, pero duro deporte.

Fuente: Andeshandbook

Esta es la primera parte del ascenso, tramo empinado y muy cansador, mas largo de lo que se cree.

Culminado el cansador ascenso por la ladera anterior, se llega al plateau del San Gabriel, lugar de acampada y de vista inmejorable del gran maciso.

Acampar a los pies del San Gabriel es un espectaculo.

El intento a cumbre comienza por un largo filo el cual se facilita con la presencia de nieve compacta.

Abajo se alcanza a divisar el campamento, se toma altura y desnivel con rapidéz.

Llegando al final del primer filo.

Desde este punto se alcanza a ver el filo suguiente, traverse y canalón cumbrero.

Acercandose al canalón cumbrero se deben pasar ciertos tramos muy expuestos.

Zona muy expuesta.

Traverse, muy expuesto.

Canalón cumbrero.

Cumbre.

Vista de los Andes centrales.

Cerro Tenerife, 1650 msnm.

Este cerro es otro clásico de la Provincia de Última Esperanza, su cono perfecto visto desde dirección sur y norte, hace pensar que se trata de un volcán, no siendolo. Sus faldas estan cubiertas de grandes y densos bosques de Nothofagus.

En Invierno debido a su pronunciada pendiente, en ocasiones se hace meritorio el uso de crampones, lo que le aumenta su dificultad de ascenso y lo hace mas entretenido.

Comenzando con la ascención se obtiene gran vista al Lago Porteño y Cerro Castillo.

El día de cumbre debe sortearse un denso bosque de Lengas (Nothofagus pumilio).

Saliendo del bosque comienza un compacto acarreo y la vista a los lagos Porteño, Maravilla y Toro, el mas grande de la región, se torna simplemente bella.

Acercandose a la cumbre la pendiente toma unos 45º de inclinación.

Llegando a la cumbre.

La pendiente se torna super expuesta llegando a la cumbre, y con vientos fuertes, un tanto peligrosa.

Cumbre.

Vista desde la cumbre al Parque Nacional Torres del Paine.

Vista de los Andes Patagónicos desde la cumbre.

Travesía Cerro Provincia-San Ramón (Invernal), 3253 msnm.

El Ramón o San Ramón- respetando el uso del nombre - es una pieza fundamental de la estructura escénica del valle que acuna a la ciudad de Santiago, y pensar en su importancia sólo requiere hacer el ejercicio de imaginar la ciudad sin él. Aunque es claro lo determinante de la cordillera en la definición de lo que identifica nuestro carácter como santiaguinos y chilenos, podríamos sustituir muchos cerros que actualmente se asientan alrededor de esta gran hoya por otros, sin que el sistema espacial característico sea intervenido.¿Pero qué pasa si, al igual que un jugador de ajedrez, me decido a cambiar de posición al Ramón? En ese caso, no se trataría de una jugada cualquiera, sino más bien una pieza sobre el tablero que es trascendental como lo es la reina o el rey. Producir un enroque de ese tipo sería más revolucionario que el hacer un enroque entre la Plaza de Armas y cualquier Mall. Lo importante del ejercicio es que es válido para cualquier habitante de Santiago: el toparse con la figura del Ramón en algún momento del día es un hecho casi inevitable; aunque muchos desconozcan su nombre, su imagen está en el inconsciente de todos los habitantes de Santiago.

Fuente: Andeshandbook

La travesía tiene una duración de cuatro días y comienza ascendiendo el cerro Provincia, lugar desde donde se obtiene hermosa vista de los valles centrales.